¿Sabes realmente cómo duermen los caballos? No es solo una curiosidad: conocerlo ayuda a mejorar su bienestar. Un...
Dermatitis estival en caballos: síntomas, causas y tratamientos para un pelaje sano
La dermatitis estival es una de las enfermedades de la piel más molestas para los caballos durante los meses calurosos.
Caracterizada por un fuerte picor y lesiones, afecta de forma repetida la piel del caballo y puede comprometer seriamente su bienestar.
En este artículo descubrirás todo lo que debes saber: los síntomas de la dermatitis estival, su causa principal y los mejores tratamientos para prevenirla y curarla de forma eficaz.
Una guía indispensable para todo propietario de caballos.
¿QUÉ ES LA DERMATITIS ESTIVAL EN EL CABALLO?
La dermatitis estival es una enfermedad de la piel de origen alérgico, causada principalmente por la picadura de pequeños insectos del género culicoides.
Se presenta sobre todo en los meses más calurosos, cuando estos insectos se multiplican y, al picar al caballo, provocan reacciones del sistema inmunológico.
Esta condición afecta a todas las razas de caballos, aunque algunos ejemplares son más sensibles.
¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES SÍNTOMAS DE LA DERMATITIS ESTIVAL?
Los síntomas de la dermatitis estival varían de un caballo a otro, pero los signos más comunes son:
-
Picor intenso, que lleva al caballo a rascarse o frotarse contra superficies duras.
-
Lesiones en la piel, costras y pérdida de pelo.
-
Hinchazón, enrojecimiento e hiperpigmentación de las zonas afectadas.
-
Presencia de costras y escamas en la piel.
Las áreas afectadas son frecuentemente la grupa, la base de la cola, la crin y a veces también el vientre.
¿QUÉ CAUSA LA DERMATITIS ESTIVAL EN LOS CABALLOS?
La causa principal del picor y la dermatitis es la reacción alérgica a la picadura de insectos del género culicoides.
Cuando un caballo es alérgico a la picadura, su organismo produce una respuesta inmunitaria exagerada que provoca inflamación y eczema.
Otros factores que pueden empeorar la situación incluyen:
-
Presencia de infestaciones parasitarias.
-
Ambientes poco ventilados y húmedos.
-
Debilidad del sistema inmunológico.
-
Presencia de bacterias o hongos que favorecen una sobreinfección.
¿CÓMO IDENTIFICAR UN CASO DE DERMATITIS EN SUS PRIMERAS ETAPAS?
Reconocer la dermatitis estival en sus primeras fases es muy importante para evitar complicaciones. Observa si tu caballo presenta:
-
Picor localizado en la cola y la crin.
-
Comienzo de frotamientos frecuentes contra las paredes de la cuadra.
-
Pequeñas irritaciones e hinchazón en zonas concretas del pelaje.
Si detectas estos signos a tiempo, podrás actuar antes de que la situación empeore.
¿DÓNDE APARECEN MÁS FRECUENTEMENTE LAS LESIONES CUTÁNEAS?
Las lesiones de la piel aparecen con más frecuencia en zonas como:
-
La grupa y la base de la cola.
-
La zona de la crin.
-
El vientre y los pliegues de la piel.
La exposición continua a estos mosquitos, el morderse, el rascarse y el frotarse contra objetos pueden dañar aún más la piel y empeorar la enfermedad cutánea.
¿QUÉ PAPEL TIENEN LAS INFESTACIONES DE INSECTOS DEL GÉNERO CULICOIDES?
El mosquito del género Culicoides es el principal responsable de la dermatitis estival. Su picadura libera saliva con alérgenos que provocan una fuerte reacción alérgica en el caballo.
Los culicoides se sienten atraídos por:
-
Ambientes cálidos y húmedos.
-
Áreas cercanas a aguas estancadas.
Reducir la exposición del caballo a estos ambientes es esencial para disminuir el riesgo de dermatitis.
¿CÓMO EMPEORA EL PRURITO LA SITUACIÓN?
El picor es uno de los síntomas más fuertes y debilitantes de la dermatitis estival en el caballo.
El animal se rasca, se frota y se muerde en las zonas afectadas, creando un círculo vicioso: cuanto más se rasca, más se irrita y daña la piel, aumentando aún más el picor.
Este comportamiento provoca lesiones que debilitan la barrera protectora de la piel y facilitan la entrada de patógenos.
Las heridas pueden infectarse fácilmente, generando infecciones bacterianas y en algunos casos también fúngicas, lo que empeora el estado general y retrasa la curación.
¿QUÉ LOCIONES O CHAMPÚS SON EFICACES EN EL TRATAMIENTO?
Una gestión eficaz requiere un enfoque combinado: prevención, protección física y tratamientos específicos.
Suplementación alimenticia preventiva
Un primer paso importante en la gestión de la dermatitis estival es la suplementación alimenticia.
Desde la primavera, antes de la actividad intensa de los insectos, se recomienda enriquecer la dieta del caballo con productos diseñados para fortalecer la piel y apoyar las defensas inmunitarias.
Algunos suplementos, como NODER de la línea UNIKA, están formulados para mejorar la respuesta del organismo frente a las picaduras, gracias a la presencia de ácidos grasos omega-3, extractos vegetales y algas marinas.
Estos componentes ayudan a mantener la piel sana y hacen que el sudor del caballo sea menos atractivo para los insectos.
Administrarlo antes del inicio de la temporada de riesgo puede marcar la diferencia, especialmente en caballos que ya han mostrado síntomas en años anteriores.
Protección diaria: uso de repelentes
Para proteger al caballo de las picaduras, es importante combinar repelentes químicos y naturales.
Los productos a base de permetrina son eficaces, pero para una opción más suave se recomiendan los de aceite de Neem spray de neem, conocido por sus propiedades repelentes y calmantes.
Usarlo diariamente, especialmente en las horas más críticas, ayuda a reducir el riesgo de picaduras.
Protección física del cuerpo
La protección física también es fundamental. El uso de mantas transpirables anti-insectos y máscaras para cubrir áreas sensibles como los ojos y las orejas ayuda a prevenir las picaduras.
En caballos especialmente sensibles, estos accesorios son esenciales para evitar el empeoramiento de los síntomas.
Gestión del entorno
También es útil intervenir en el ambiente donde vive el caballo. Si vive en paddock y tiende a rascarse contra árboles o vallas, se pueden limitar las zonas de contacto usando barreras desmontables de plástico para evitar más lesiones.
El uso de ventiladores en las cuadras ayuda a mantener alejados los insectos.
Cuidado de las lesiones
En presencia de costras o heridas, es fundamental aplicar productos específicos para favorecer la curación y proteger la piel.
Un ungüento calmante y protector, como la Crema Protection Plus, puede ofrecer un alivio inmediato y ayudar a reducir el riesgo de infecciones bacterianas.
En caso de lesiones extensas, también se pueden utilizar champús o sprays desinfectantes.
¿CUÁNDO ES NECESARIA LA INTERVENCIÓN DE UN VETERINARIO POR UNA INFECCIÓN CUTÁNEA?
Se debe consultar a un veterinario en los siguientes casos:
-
Infección bacteriana visible (pus, mal olor, costras, heridas abiertas).
-
Inflamación grave de la piel, dolor o apatía general del caballo.
-
Falta de mejoría tras el uso de champús o lociones.
En algunos casos será necesario prescribir un tratamiento con antibióticos o corticoides para controlar la reacción alérgica y frenar la propagación del eczema.
PUNTOS CLAVE A RECORDAR
-
La dermatitis estival es causada por una reacción alérgica a la picadura de insectos del género Culicoides.
-
Los principales síntomas son picor, lesiones, hinchazón y eczema.
-
Afecta principalmente a la crin, la base de la cola y la grupa.
-
Es fundamental actuar rápidamente con champús, lociones y medidas preventivas.
-
La dermatitis estival recurrente requiere un plan de gestión anual.
-
Consultar al veterinario en caso de infección.
-
Una buena higiene de la cuadra y la protección contra los culicoides son claves para el bienestar del caballo.
👉 Si tienes dudas o deseas una evaluación técnica, contáctanos por WhatsApp +39 349 733 9837: te ofrecemos una consulta personalizada.